Monstrum (lat.) del verbo monstrare



Contribuyo a la historia, porque no hay
duda de que habrá bastantes teorías acerca de quién soy.
Mi vida es clara y se llama
igual que mis libros.
Asimismo, yo soy, como tú, voyeur. Y,
asimismo, me estremezco si alguien me
ve. Te miro a los ojos. Los dos conocemos
la pregunta. ¿Quién mata? ¿Quién queda? ¿Quién
mira? Ese, que con furia se arranca
la ropa para ser inocente ¿no es
una máscara? Tu corazón late porque late
mi sangre. Y al revés. Mi corazón late porque late
tu sangre. Tienes el mismo derecho que yo,
que soy tu ángel de la guarda, tu monstruo.

Tomaž Šalamun (1941–2014),  de There's the Hand and There's the Arid Chair (2009, tr. Pablo Juan Fajdiga)

Comentarios