Oh padre del reposo, sueño padre del Sueño,
ahora que la noche con grande sombra oscura
da a los aires serenos su húmeda envoltura
ven, húndeme los ojos en deseado beleño.
ahora que la noche con grande sombra oscura
da a los aires serenos su húmeda envoltura
ven, húndeme los ojos en deseado beleño.
Tu desdén, sueño ausente, me prolonga el empeño
haciéndome que sufra esta pena más dura.
Ven por favor, oh sueño, anégame en dulzura
y da a todos mi males desenlace risueño.
Sus mudos escuadrones ya conduce el silencio
de fantasmas errantes bajo la noche ciega,
y a mí tú me desdeñas, yo que a ti reverencio.
Envuelve mi cabeza con soñadas quimeras,
porque en voto sincero mi mano aquí te entrega
en un ramo nocturno, moras y adormideras.
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