El puñal

Retrato de Mijaíl Lérmontov (1837), Petr Zabolotskiy



Cuánto te aprecio, mi puñal damasquinado,
compañero luminoso y frío. Para la venganza
te forjó el pensativo georgiano. Para la cruenta
batalla te afiló el libre circasiano.

Una mano lila a mí te dio como recuerdo
en el momento de la despedida. Y de tu filo
por primera vez no chorreó sangre, solo
una luminosa lágrima, perla de dolor.

Y los ojos negros, fijos en mí,
llenos de una pena secreta,
como tu acero ante el fuego palpitante,
tan pronto brillaban como se oscurecían.

Te entregaron a mí como compañero, muda
prenda de amor, y no fue vano tu ejemplo al peregrino:
sí, nunca cambiaré y no menos firme que tú
será mi corazón, mi amigo de acero.

Mijaíl Lérmontov (1814–1841), de Un héroe de nuestro tiempo / Antología poética (2014, tr. Víctor Gallego Ballestero)

Comentarios