Su rostro brilla
en el cielo de mis heridas abiertas
cura todos mis dolores purpúreos
llueve en mi alma mansamente
– Existe la posibilidad de besar el infinito
ella me amamanta todos los días una y otra vez
desde el principio hasta la eternidad
Sus manos están floreciendo
en los prados olvidados de mi piel
me recuerdan el rojo alfabeto
del deseo escrito en la historia de mi cuerpo
– Existe la posibilidad de acariciar la serenidad
Ella despierta mis esperanzas sordas una y otra vez
del desaliento a la creación sin fin.
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